viernes, 10 de julio de 2009

Hacer sangre falsa


Hoy os quiero enseñar a hacer un recurso que os será de gran ayuda si rodáis una película de acción, terror o en la que salgan médicos: la sangre falsa. Os aseguro que, si no se hace bien, la sangre falsa puede ser lo más desastroso de vuestra producción. Se puede convertir en una masa pastosa y vomitiva si no se prepara adecuadamente, engorrosa y sucia. Yo mismo he experimentado distintas recetas con poco o ningún éxito, obteniendo substancias olorosamente fétidas y poco veraces ante el objetivo.

Pero no os preocupéis, hay un remedio para ello. Una receta que da el pego y que es comestible. Eso sí, tiene dos grandes inconvenientes:

1) Mancha que no veas. Y no se quita.
2) No es comestible, a no ser que busques aditivos preparados para eso en vez de los tintes que propongo.

Necesitas:
·Sirope (amarillo)
.Tinte rojo (si quieres, como he dicho antes, búscatelo comestible)
.Tinte azul

Lo que hay que hacer:
Búscate una olla que no sirva, porque te la vas a cargar. Que tu madre no se entere. Calientas la cantidad de sirope que necesites dentro hasta que se haga un líquido pastosito. Cuando esté, echas el tinte rojo, calcula para obtener el color que quieras. Para oscurecerlo utiliza UN POQUITO de tinte azul. Sólo un POQUITO.

Cuando esté con el color perfecto, dilúyela un poco en agua para darle una textura más realista.
Y eso es todo.

Repito, de nuevo: Mancha que no veas. Cuidadito.

Si os queréis ahorrar todo el proceso, también se vende en tiendas especializadas.

Nos vemos, spielbergs.

1 comentario:

GUIL dijo...

Mi mayor consejo es que utilicen remolacha. La troceais hasta convertirla en una pasta fina, o bien la comprais en polvo. Luego la rebajais en agua y listo. Es comestible, natural, sale facilmente si te manchas la ropa y además es barata y realista.